
El presidente de EEUU, Donald Trump, está decidido a influir en la política monetaria de su país. Su hoja de ruta económica y comercial pasa por entrometerse en las labores de la Reserva Federal, quebrando el principio de independencia que debe tener cualquier banco central. Este jueves, el magnate arremetió duramente contra Powell después de que éste señalara, el día anterior, que la guerra comercial de Washington puede generar dificultades a la Fed en su misión de contener la inflación y asegurar el crecimiento. Además, Trump aprovechó la bajada de tipos de interés del BCE para indicar que la Reserva Federal tendría que seguir la misma senda, planteando abiertamente la dimisión de Powell. En esta línea, el republicano ha vuelto a pedir públicamente al jefe de la Fed que el banco central abarate el precio del dinero.
Trump ha vuelto a criticar a Powell este viernes en declaraciones ante la prensa, afirmando que si EEUU tuviera a un jefe de la Fed “que supiera lo que está haciendo“, los tipos de interés “bajarían también”. El oligarca ha pronunciado estas palabras en el mismo día en el que Kevin Hasset, asesor económico de la Casa Blanca, ha indicado que Trump y su equipo están estudiando la posibilidad de relevar a Powell de su cargo al frente de la Reserva Federal.
En relación a esta cuestión, Powell ya ha señalado que no puede ser despedido legalmente, reforzando su intención de continuar su mandato hasta su término en mayo de 2026. Sin embargo, Trump está decidido a controlar la política monetaria, y aunque cualquier intento de apartar a Powell podría acabar en al Corte Suprema, el mandatario norteamericano ya está valorando hasta posibles sustitutos.
En este sentido, Trump ha hablado con con su círculo más cercano en su residencia de Mar-a-Lago para echar al actual jefe de la Fed. Concretamente, el presidente ha conversado sobre la sustitución de Powell con Kevin Warsh, antiguo miembro de la Reserva Federal entre 2006 y 2011, quien actuó como uno de los enlaces principales entre el banco central y Wall Street durante la Gran Recesión de 2008. De hecho, el presidente sugirió al propio Warsh como sustituto de Powell, propuesta que fue rechazada por este, tal y como ha informado The Wall Street Journal.
El medio estadounidense ha señalado que Warsh aconsejó mantener a Powell, argumentando que era preciso dejarle que complete su mandato sin interferencia. Se trata de uno extracto de las numerosas conversaciones que Trump ha tenido con su círculo para echar a Powell entre febrero y marzo de este año.